El concejal justicialista, Pablo Lozano, efectuó una breve reseña de los aspectos que considera básicos para materializar una buena gestión municipal. “La misma, señaló, debería tener como ejes principales, mejorar la calidad de vida de los vecinos; atender las necesidades básicas de los mismos y lograr el bien común con principio de justicia social, tal cual lo estable el articulo 4º de la Carta Orgánica Municipal”.
Lozano consideró elemental tener en cuenta aspectos tales como, el cumplimiento de las ordenanzas, ya que en la actualidad el desorden y el descontrol son el denominador común en muchas de las áreas y de los servicios que presta la Municipalidad. “Hoy existe una especie de incumplimiento colectivo de las normas, afirmo el edil, y esto es producto de una autoridad municipal ausente que debería actuar con más firmeza y energía, sin dejar de atender los reclamos vecinales, buscando el consenso, con justicia social y con convicción en las decisiones que se adopten dentro del estricto cumplimiento del marco legal”.
“La municipalidad es un Estado de derecho, como la Nación y las provincias y las obras de gobierno que realicen sus autoridades deben apoyarse y sostenerse en una adecuada estructura normativa y desplegarse en conformidad con ella”.
“Para que esto se concrete es imprescindible instrumentar desde las distintas áreas del municipio, (Dirección de Tránsito, Control Comercial, Bromatología) controles rigurosos y periódicos a efecto de garantizar el trabajo o prestación de servicios únicamente a aquellos que estén debidamente habilitados por la Municipalidad y lograr de este modo que los mismos desarrollen sus acciones y labores conforme a las pautas establecidas para cada actividad: comercio, transporte, basura, venta callejera, etc.”.
Lozano, sintetizó su pensamiento en la idea básica de recuperar el orden. “Un Intendente sin autoridad, sin diálogo con todos los sectores de nuestra ciudad, (Concejo Deliberante, gremios, personal, vecinos, ONGs) y sin firmeza para tomar las decisiones necesarias, difícilmente pueda lograr el ordenamiento que todos anhelamos para nuestra tacita de plata”, declaró.
En los últimos se ha evidenciado una ruptura entre los contribuyentes y el municipio. Esto es atribuible al incumplimiento de parte del municipio en la realización de obra pública y en consecuencia, el vecino, decepcionado y sin motivación, deja de tributar.
Para el legislador, “la ausencia de una autoridad municipal que ponga orden, que controle y que cumpla con la comunidad, trae aparejado un retraimiento de la voluntad de pago de los contribuyentes. Sin contribuyentes no hay municipios y sin un municipio que cumpla no hay voluntad de pago de los contribuyentes”.-
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