En virtud de los hechos acaecidos en la jornada de ayer y que son de público conocimiento, los empleados autoconvocados del Concejo Deliberante de San Salvador de Jujuy, en asamblea general mayoritaria decidieron manifestar su repudio ante los hechos de violencia en contra de nuestros compañeros de trabajo.
Otra decisión, es hacer conocer a la opinión pública que estas situaciones atentan contra la integridad física y espiritual de quienes trabajamos por un salario que muchas veces no alcanza y que además de lo puntualizado precedentemente, transgrede los derechos más elementales de un ser humano como es el de trabajar en libertad y sin presiones de ninguna naturaleza; habida cuenta que no hacemos otra cosa que cumplir con la obligación diaria que nos permite finalmente llevar todos los días el alimento a nuestra mesa familiar.
Estos hechos emparentados con una violencia que nadie quiere y que se originan vaya a saber en qué aviesas segundas intenciones, no tienen porque poner en riesgo la seguridad de trabajadores que no tienen absolutamente nada que ver con conflictos políticos de los cuales somos totalmente ajenos.
Esta escalada de violencia, de agresión y desorden permanente en la institución que las encabece quien las encabece y que todos lo sabemos, nos llama la atención y a la vez que nos alarma profundamente, ya que los que tienen que velar por nuestra seguridad e integridad –Policía – es lenta en su actuar o bien no lo hacen, desamparándonos. Es más, entre los agredidos también se contaba a un miembro de su propio Cuerpo, un efectivo policial que resguarda el organismo.
No es la primera vez que la integridad física de todos los empleados del Parlamento Legislativo comunal son vulnerados y vejados, estos agravios lesivos para cada uno de las personas que prestan servicio en el mismo son una constante por estas épocas y conllevan un daño no solo físico sino psicológico.
Ante los personeros de la violencia canalla y patoteril que no se detiene ante nada, inclusive golpeando y maltratando a dos mujeres empleadas de este organismo, lo cual está trasuntando la cobardía y la falta de límites total.
Los que suscriben la presente, no solamente salen en defensa de sus compañeros de trabajo de este poder del Estado, sino también en defensa de todos los trabajadores públicos y privados de la provincia, que en la mayoría de los casos son víctimas inocentes del última grado de bajeza que puede mostrar un ser humano.
Por todo ello, repudiamos la actitud de todo aquel grupo organizado que intente imponer sus argumentos e ideas a través de la brutalidad de la fuerza y la prepotencia, porque evidentemente estos personajes no saben vivir en Democracia y no entienden que la única fuerza válida es la de imponer las ideas por el propio peso ellas tienen.
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