CARLOS ALBERTO SADIR: “PARA CONSTRUIR PRIMERO TENEMOS QUE REENCONTRARNOS”

El reencuentro y la construcción, son compromisos ineludibles de las actuales generaciones de jujeños, llamados a honrar a quienes con sacrificio protagonizaron la gesta del Éxodo y que con ello, escribieron el más vibrante y movilizador capítulo de la lucha por la emancipación.

Transitamos un tiempo de reflexión, de especial valor y tenemos que saber aprovecharlo, manteniendo viva en la memoria la enseñanza de nuestro Héroes de 1812, asimilándola, llevándola al campo de las realizaciones, regenerando cotidianamente la oportunidad de seguir aprendiendo.

Este es un deber irrenunciable para todos y cada uno de nosotros, porque si bien el concierto nacional reconoce la entrega del Pueblo Jujeño, la provincia y en particular nuestra ciudad aún padecen las secuelas de tamaño sacrificio que representó la laceración de su capacidad económica y el agrietamiento de su estructura demográfica.

La reconstrucción comienza desde adentro, cimentando las bases con seria capacidad de sustento, desde nuestro rol legislativo hacemos votos por este modelo de gobierno municipal en plena vigencia y con sólida proyección. Para ello propendemos a la discusión integradora, la que enriquece, pues honrando nuestra génesis democrática desde la Unión Cívica Radical abrimos las puertas a la participación pluralista en el proceso de consolidación de un proyecto que ofrezca respuestas concretas a las demandas sociales.

San Salvador de Jujuy acuna desde hace varios años un modelo de gestión, una forma de hacer política que es merecedora de una amplia aceptación y que actúa como un aval con su gesto de confianza, a la capacidad transformadora aplicada a satisfacer requerimientos coyunturales, identificar y atender debilidades estructurales y ejecutar políticas concebidas para la inclusión y la equidad.

La historia enseña y marca el camino de las reivindicaciones, es por ello que esta conmemoración es un punto de partida para comprender la situación actual y desde allí, trazar proyecciones evitando reiterar desaciertos. La posibilidad de lograr condiciones adecuadas para el desarrollo armónico y sustentable, guarda estrecha vinculación con la imperiosa necesidad de revertir anticuadas mañas y conductas oportunistas que actúan como anclas al anhelo de superación.

Para construir, primero tenemos que reencontrarnos y dejar atrás la confrontación inconducente, cada uno desde su trinchera tiene que ser artífice de la consecución de objetivos estratégicos, con la mirada fija en un horizonte venturoso. Habrá que privilegiar el espíritu comprometido, solidario y emprendedor al servicio del bienestar de la gente y del futuro de grandeza que nos permitan trazar la historia de valor y el potencial del que hacen gala los jujeños.

Es menester celebrar un nuevo pacto social, que resuma la generosidad y el renunciamiento que representa el Éxodo de los Jujeños. La realidad marca que es tiempo de compatibilizar intereses y enfrentar en comunión la responsabilidad que la historia carga sobre nuestras espaldas, apelando siempre al diálogo superador, permeable a las decisiones de las mayorías, escuchando y respetando las voces de las minorías, ese es nuestro deber.