Esta mañana el concejo deliberante capitalino mostró cierta calma en su sede a pesar de que aún continuaba el acampe de lozanistas y la entrada había sido virtualmente vallada con gomas ante la presencia policial.Pablo Lozano continuaba abroquelado en el despacho de la presidencia del cuerpo a la espera de que el Superior Tribunal de Justicia resuelva la medida cautelar y anule la sesión donde Alicia Sosa fue designada como su reemplazante.
Un asesor de Lozano informó que la Corte jujeña dio traslado de la medida al ejecutivo con plazo de cinco días para contestar. “Están dilatando lo más posible la decisión jurídica para desgastarnos en el plano político”, interpretó la fuente.
En esa línea, se mostró poco optimista. Si la justicia admitiera el argumento de forma del lozanismo podría anularse la sesión en la que Alicia Sosa fue nombrada presidenta. Pero se debería convocar a una nueva sesión con todas las formalidades y allí igual se impondría el acuerdo del martiarenismo con el bloque de la UCR.
Por ello, en la intimidad, el entorno de Pablo Lozano se aferra al argumento de fondo: la constitución, la carta orgánica y la doctrina constitucional enfatizan que las autoridades de los cuerpos legislativos son nombradas por un año.
“Esto es para garantizar la estabilidad institucional. Imaginate si a cada rato, y por razones coyunturales, se recambiara la conducción de las legislaturas”, ejemplificó el funcionario.
Y recuerda que existe una resolución de diciembre del año pasado que ratificó a Lozano como presidente desde el 10 de diciembre de 2006 y por el término de un año.
Los trabajadores del deliberante accedieron a sus oficinas y cumplieron sus funciones sin mayores inconvenientes, luego de que ayer a la mañana solicitaran el cese de la quema de gomas en las inmediaciones de las oficinas porque el humo desprendido causó malestar entre algunos municipales.
Hoy no hubo fogatas, la custodia policial permaneció a la sombra mientras el grupo de seguidores del candidato a intendente se guarecía bajo el quincho de la sede legislativa sin bombos ni trompetas.
No obstante, la mayoría de los ediles optaron por no concurrir al edificio de avenida Bolivia 3901 hasta que la justicia le de un desenlace al conflicto institucional que desató –en el marco de la interna del PJ- el desplazamiento de Lozano de la jefatura del parlamento y su reemplazo por Alicia Sosa, afectada por problemas de salud, secundada por el radical Jorge Rizzotti como vicepresidente primero.
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