El lozanismo ingresó al recinto de sesiones esta semana, luego de varias semanas de alejamiento tras el recambio de autoridades en el cuerpo que ungió a Alicia Sosa como presidenta. La escena política y las políticas municipales desencadenaron escaramuzas entre el sector liderado por el precandidato a intendente Pablo Lozano y la UCR.
Junto con Lozano ocuparon sus bancas las ediles Rita Robles y Graciela Carrasco, en tanto Patricia Armella estuvo ausente.
La sesión comenzó a las 10.30 con la presencia de nueve concejales, y diez minutos más tarde entraron al recinto los tres lozanistas. Ni bien ocupó su banca, Lozano pidió autorización para interrumpir el orden del día a fin de explicar la presencia de su grupo.
Entonces reivindicó su derecho a ejercer la presidencia de la institución y recordó que la legalidad de su remoción todavía no fue resuelta por el Superior Tribunal de Justicia. Dijo que su sector no convalida lo actuado en la sesión de la Vieja Estación donde los radicales y los legisladores martiarenistas lo reemplazaron por Alicia Sosa en una sesión realizada “entre gallos y medianoche”.
Aceptarla –continuó- sería negativo para el sistema democrático y sentaría un pésimo precedente. Además, sostuvo que su reclamo para ejercer la presidencia del Concejo Deliberante hasta diciembre de 2007 se apoya en el concepto de “anualidad de mandato”.
Lozano dijo que “por respeto a los vecinos debemos participar de las sesiones”, pero aseguró que “no claudicamos ni renunciamos”, refiriéndose seguidamente a las declaraciones del intendente Martiarena de que ahora las relaciones con el Concejo son excelentes.
En esto no tuvo medios tonos. “Vergüenza debería darle a los concejales esas declaraciones”, sostuvo. Y advirtió que las relaciones con el Ejecutivo serán buenas únicamente cuando el intendente “conteste la gran cantidad de pedidos de informes pendientes, se reivindique en la justicia por la demanda penal en su contra; deposite los 140 mil pesos que adeuda al Concejo; deje de vetar caprichosamente las ordenanzas.
En la lista de cosas que la Intendencia debería cumplir para mejorar los vínculos con el Legislativo, Lozano también mencionó que el jefe comunal debe respetar los procedimiento legales y no avanzar sin autorización -"como lo hizo en la iniciativa privada de la empresa Bellomo-, hacer públicos algunos decretos que "sospechosamente tiene guardados”.
Luego lanzó un mensaje a todos los ediles: “Si ustedes creen que las relaciones están bien, háganse cargo”. Añadió que “vamos a seguir marcando diferencias” porque “preferimos morir de pie y no vivir de rodillas”.
El primero que reaccionó a estas afirmaciones fue el presidente de la bancada radical, Raúl Jorge, quien celebró que el cuerpo sesione con la totalidad de sus miembros. Luego explicó que el día de la sesión en la vieja estación el bloque de la UCR mantuvo una comunicación directa con el ministro de Gobierno, Eduardo Cavadini, respecto a que no estaban dadas las condiciones para sesionar en Los Huaicos.
Jorge negó que el radicalismo piense que la gestión municipal esté bien y afirmó que la cuestión de la presidencia debe ser decidida por la justicia.
Por su parte, el concejal Jorge Rizzotti (UCR) también aplaudió la presencia de los ediles lozanistas y se encargó de marcar las diferencias entre su partido y la gestión Martiarena. “Nosotros no vamos a ser oficialistas”, enunció, rechazando que haya radicales “k” o “m”.
La temperatura política comenzó a subir cuando el radical dijo que “nos pareció un acto de deslealtad que el juicio político a Martiarena pase al archivo”, y críticó la actuación del ex asesor legal del cuerpo, Marcelo Elías, por dejar vencer los plazos de apelación ante la Corte Suprema.
“Es la gestión más nefasta”, dijo sobre la gestión de José Luis Martiarena y agregó que “el manto de protección a Martiarena no se lo da la UCR, sino el PJ”.
Como en un duelo de espadas, la respuesta no se hizo esperar. Rita del Valle Robles pidió la palabra y dijo alegrarse de que el concejal Rizzotti reconociera que la remoción de Lozano fue "una cuestión política".“Los radicales nos dijeron que en las elecciones preferían enfrentar a Martiarena y no a Lozano, que era mejor candidato".
Para la edil, eso explica porqué la UCR y el sector martiarenista del bloque de concejales del PJ desplazó de la presidencia a Lozano. "Ellos nos dijeron que el radicalismo pretendía captar los votos de Lozano”, manifestó.
En lo estrictamente legislativo, el centro de atención estuvo en la situación de NOA Transport, mientras que la titular del cuerpo Alicia Sosa anuanció que la próxima semana se podría aprobar en general el Presupuesto 2007. Y se aprobaron algunos proyectos vinculados con la seguridad en los barrios promovidos por la edil Alejandra Cejas.
El puente en construcción que unirá Los Perales con el centro de la ciudad ya tiene nombre: Doctor Manuel Belgrano.
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